Fuente: Puente de Mando.
El “medio” dique flotante de Palumbo, que lleva unos cinco años amarrado en el puerto de Granadilla, parece que tiene nuevo dueño y es probable que abandone su atraque en breve. Está pendiente de que llegue un remolcador con la potencia suficiente para llevárselo, de acuerdo con la imposición que le ha puesto Capitanía Marítima.
En algún momento se llegó a considerar la posibilidad de desguazarlo “in situ”, antes de que finalizara 2020, pero tal posibilidad no llegó a producirse.
El dique flotante “Ercolino IV”, que en su día adquirió Palumbo Shipyard Tenerife, era en origen un dique flotante de considerables dimensiones, de 274,32 m de eslora y 79,24 m de manga y una fuerza ascensional para buques de 80.000 toneladas de peso muerto. Se trataba de un pontón monolítico y quince bloques verticales, construido en 1967 en EE.UU.
Desde su puesta en servicio perteneció al astillero Avondale, donde se encontraba inactivo desde 2014 cuando tres años después fue adquirido por Palumbo Tenerife Shipyard, una empresa de capital italiano que fracasó en su intento de dotar a Tenerife de un astillero de reparaciones navales situado en el puerto de Granadilla.
A su llegada en enero de 2018, el remolcador chino “De Zhou” que trajo la mitad del dique flotante estuvo detenido por orden de Capitanía Marítima hasta que se aclararon las circunstancias. Parece ser que la rotura estuvo motivada por los efectos del huracán “Irma”, que lo partió en dos mitades después de su salida el primero de septiembre de 2017 rumbo a Tenerife. Después, espaciado en el tiempo, fueron apareciendo algunos trozos de la otra mitad.
Se pensaba que el medio dique que se encuentra atracado en Granadilla no tenía utilidad y su estado de conservación es deficiente y su estructura muestra daños de importancia. Sin embargo, parece que tiene futuro, no sabemos exactamente dónde y cómo, pero es previsible que abandone el puerto sureño a corto plazo.