Fuente: El Economista.
El fondo británico toma el control de la empresa asturiana para potenciar su crecimiento internacional.
La firma pasa a manos del capital riesgo tras su frustrada salida a bolsa.
El boom inversor de las energías renovables sigue manteniendo el dinamismo del capital riesgo en un año marcado por la incertidumbre, con niveles de deuda inferiores y mayores discrepancias en precios. Bridgepoint sella este viernes la toma de control del fabricante de torres eólicas Windar Renovables con la compra de una participación mayoritaria por cerca de 650 millones de euros a Siemens Gamesa, propietaria del 32% de la empresa de energías renovables, y la familia Alonso, dueña hasta la fecha del 68% restante del capital. La valoración final de la compañía se ha situado por debajo de los 700 millones de euros.
El presidente ejecutivo de Windar Renovables, Orlando Alonso, se mantiene como socio minoritario y seguirá al frente del grupo junto a la gestora británica de private equity. El objetivo en esta nueva etapa será impulsar su crecimiento internacional y atender la creciente demanda del mercado global de energía eólica marina, donde Windar se posiciona como uno de los líderes mundiales.
Como adelantó elEconomista.es el pasado 31 de marzo, durante las últimas semanas la gestora británica de private equity había tomado la delantera en el proceso competitivo, imponiéndose a fondos como Rhône Capital, The Carlyle Group e Investindustrial.
La multinacional asturiana, uno de los líderes mundiales en la fabricación de torres para aerogeneradores y subestructuras para la energía eólica marina, inició a finales de 2020 el proceso para salir a bolsa asesorada por Rothschild en una OPV valorada entre 800 y 900 millones de euros. La volatilidad de los mercados y la incertidumbre económica dieron al traste con la esperada puesta de largo de la compañía asturiana como empresa cotizada, coordinada por Bank of America y Morgan Stanley.
Finalmente, sus accionistas han sellado su salida con éxito, en un proceso asesorado por Rothschild y Garrigues para Windar, intermediado por Citi para Bridgepoint, y que ha contado también con el apoyo de Linklaters en la financiación de la adquisición.
Venta tras una OPV frustrada.
Fundada en 2007 y con sede en Avilés (Asturias), Windar cuenta con un ebitda cercano a los 60 millones de euros y un millar y medio de trabajadores en todo el mundo en una decena de centros productivos. La firma de renovables, que inició su expansión internacional en 2010, iniciará durante las próximas semanas las obras de su nueva fábrica en Polonia, cerca de la frontera con Alemania, en la mayor inversión de su historia. Según ha asegurado el propio Alonso, el proyecto servirá para abastecer sus proyectos en el mar del Norte gracias a un acuerdo comercial con Siemens.
La compañía asturiana ha cerrado también con Iberdrola un acuerdo para construir 95 piezas de transición para el parque eólico marino East Anglia Three en aguas del Reino Unido. Se trata del mayor pedido de este tipo de cimentaciones, cuya producción se llevará a cabo principalmente en sus instalaciones en Avilés. Windar fabrica también este producto para otros parques marinos de gran tamaño de la compañía de Ignacio Sánchez Galán, como Baltic Eagle, en aguas alemanas (50 piezas de transición) y Vineyard Wind I (62 piezas de transición) en la costa de Massachussets (Estados Unidos).
Con oficina en Madrid desde 1992, liderada por Héctor Pérez, el fondo británico Bridgepoint es dueño en España de Dorna, propietaria de MotoGP, y de Rovensa, líder mundial en biosoluciones para cultivos y productos agrícolas, junto al private equity suizo Partners Group. El año pasado, el fondo panaeuropeo vendió al fondo galo Antin Infrastructure un 30% adicional de su negocio de agua, Miya Group, por 157 millones de euros.