Fuente: Atlanticohoy.
Los actuales propietarios no quieren dividir la naviera en los tres paquetes de Canarias, Estrecho de Gibraltar y Hermes Logística, sino venderlos todos juntos.
Los nuevos propietarios de Naviera Armas lo tienen claro a la hora de vender la compañía: o todo o nada. El banco americano JP Morgan y los fondos de inversión Barings, Bain Capital y Cheney Capital se han hecho hace apenas unas semanas con cerca del 90% del accionariado de la empresa pero, como adelantó Atlántico Hoy, no tienen voluntad de quedársela, sino de venderla.
Hay varios interesados en comprar la naviera. El más evidente Balèaria, cuyo presidente, Adolfo Utor, ha asegurado estar preparado para comprarla antes y después de que JP Morgan y compañía se hicieran con el control. La primera vez, en una rueda de prensa de presentación de la cuenta de resultados a finales de febrero en la que Utor dijo estar «en la parrilla de salida» para la operación. La segunda, hace solo unos días, el presidente de Balèaria se reafirmó en su voluntad de adquisición durante una entrevista concedida a Cinco Días.
No se vende por partes
Pero si algo han dejado claro los antiguos acreedores y nuevos propietarios de Naviera Armas tanto a Balèaria como al resto de navieras con las que se han reunido -todo apunta a que son Boluda, Grimaldi y MSC- es que la venta no se parcelará en los tres paquetes importantes que la conforman: Canarias, el Estrecho de Gibraltar y la compañía Hermes Logística, sino que buscan a un único comprador que adquiera toda la compañía, según ha adelantado Antonio Rodríguez, vicepresidente de la Asociación de Medios Portuarios, en el diario marítimo Infopuertos.
Naviera Armas, además de operar en el tráfico rodado y de pasajeros interinsular canario y una conexión con la Península Ibérica, es propietaria de Trasmediterránea, que hace lo propio en el Estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán, que conecta España con Argelia y Túnez. Trasmediterránea, a su vez, es propietaria de Hermes Logística, la compañía de transporte de mercancías por carretera y almacenamiento frigorífico que distribuye las mercancías que gestiona la empresa una vez desembarcan.
La advertencia viene a poner la venda antes de la herida ante una posible situación en la que alguna de las empresas quiera recortar las ramas del árbol y los nuevos propietarios acaben quedándose con los restos del imperio. Algunas de las navieras interesadas, de hecho, ya se habían interesado en el pasado por comprar paquetes de Armas-Trasmediterránea.
Los intereses de cada naviera
Grimaldi ya adquirió en verano de 2021 el negocio de Trasmediterránea en Baleares. En la operación, la empresa italiana compró buques y terminales portuarias para dar servicio a las rutas entre la Península y las islas Baleares. La operación también incluía infraestructuras, como una terminal en el puerto de Valencia, y se cerró por 375 millones de euros.
En otro esbozo de operación para hacerse con parte de la compañía, Grimaldi mantuvo negociaciones para adquirir la parte de Trasmediterránea que cubría la la zona del mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar, pero no llegaron a buen puerto.
Por otro lado, Balèaria está interesada en hacerse con una cuota de mercado en el tráfico del Estrecho de Gibraltar. En enero, la naviera Grupo FRS Iberia, que opera en ese área, anunció que estaba buscando inversores para ampliar su capacidad en las rutas del Estrecho y Balèaria fue una de las principales interesadas, además de Boluda, Grimaldi y MSC: los mismos que ahora se interesan por Armas.