Fuente: Faro de Vigo.
El fundador de Rodman culmina a los 80 años una larga trayectoria empresarial. Con 16 años empezó a trabajar de administrativo en Ascón.
Vigo es una cantera inagotable de empresarios industriales. La ciudad creció y se consolidó por emprendedores como Manuel Rodríguez, que con 64 años trabajando, 48 de ellos al frente de sus empresas, impulsó el sector naval en nuestra ciudad. Hoy celebra su 80 cumpleaños en el Círculo de Empresarios que preside, acompañado de su familia, empresarios, amigos y autoridades, brindando por Vigo y por Galicia y agradeciendo a la vida la oportunidad que le dio de vivir siempre en su tierra.
Manuel Rodríguez Vázquez culmina a los ochenta años una larga trayectoria empresarial. Desde su infancia, el mar de Vigo ha sido su hábitat y el de sus negocios, de los que la construcción naval y la náutica son sus ejes principales, con astilleros a ambos lados de la ría, en Teis y Moaña. Una larga trayectoria que responde a sus cualidades más relevantes: pasión por el trabajo, aprendizaje constante, inteligencia e intuición, visión de largo plazo y responder siempre a sus compromisos, todo ello envuelto en un carácter enérgico y decidido.
A los trece años comenzó los estudios de Comercio y a los dieciséis es trabajador del astillero público Ascón, donde aprende los oficios que le llevarían a ser constructor de barcos. Entonces, en 1956, España afronta sus planes de desarrollo y el naval es un sector de gran futuro pero cíclico, y en los años setenta llegó la primera crisis. Era el momento de crear su propia compañía y así nació en 1974 Rodman Construcciones Navales e Industriales, y con ella la marca Rodman, apócope de su apellido y nombre, que le acompañará con éxito siempre.
Instalado en el monte, la prueba de mar de sus embarcaciones obligaba a quitar los semáforos para que llegaran al agua, pero su mirada estaba ya instalada en el futuro: la construcción con un nuevo material, el poliéster reforzado con fibra de vidrio, PRFV, que permitía mejorar las prestaciones hidrodinámicas y abaratar el coste de conservación de las embarcaciones; y tuvo un gran éxito. Ya en 1978 confiaron en Rodman la Armada Española, la Cruz Roja, el Servicio de Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil, encargando patrulleras y embarcaciones de salvamento. Se sumarían pronto gobiernos de África y Asia Menor.
El impulso fuerte de Rodman se produce en 1986, con la creación de Polyships, dedicada a la reparación de buques de acero. Alquiló las instalaciones de Ascón en Ríos, y posteriormente las adquirió en subasta, en 1990; allí continuó la reparación de buques de acero, mientras que la construcción de embarcaciones en PRFV se trasladaba desde Mos a la planta de Meira, en Moaña, donde permanece hoy día.
Desde la creación de Polyships el astillero continuó desarrollando su gama de embarcaciones de náutica profesional y de náutica de recreo: embarcaciones de pesca-paseo y de pesca deportiva y, también de crucero. Pronto llegará la Rodman 1250, embarcación bandera de pesca-paseo, y en el 2000 nacía la línea crucero con la Rodman 41, que llegaría a su cénit obteniendo el Premio al Mejor Barco de Recreo en Europa por el Rodman Muse 54, en 2007; y con la Rodman 64, de 20 metros de eslora, llamada a convertirse en el barco insignia de la compañía. Esta se expande y en 1999 adquiere la totalidad del astillero portugués Conafi, ya especializado en la construcción de embarcaciones de fibra de vidrio, y en 2001 Rodman Lusitania. Ya comercializaba en Europa y Estados Unidos.
Un año más tarde el Grupo Rodman iniciaba la construcción de barcos de acero, y se constituía Metalships & Docks. La nueva compañía se estrenaba con la fabricación de dos buques arrastreros y un buque offshore de investigación sísmica. Así comenzaba el siglo XXI con una gran estructura productiva y un gran éxito en los mercados. Era entonces uno de los más grandes y modernos astilleros de Europa en PRFV, con más de 90.000 m2 de extensión y 22.000 m2 de naves de fabricación, incluyendo muelles propios, grúas, travel lift y helipuerto; disponía de todas las certificaciones civiles y militares. Contaba ya con más de mil trabajadores directos y de subcontratas, y exportaba el 50% de su producción; en 2002, entra en la vela con el Bribón Telefónica Movistar, y la Asociación de Ingenieros Navales de España lo distinguió como Mejor Astillero, alcanzando los cien millones de euros de facturación.
Metalships recibe encargos de grandes buques offshore por los primeros operadores del mundo. En 2012 se le concedió el premio “Offshore Support Vessel of the Year 2011” al buque North Sea Giant de 156 metros de eslora, 30 de manga y 30.000 H.P. instalados, con un presupuesto de 137 millones de euros. Luego vendrían la crisis del tax lease, la financiera y la pandemia, con disminución radical de la demanda y necesidad de reinventarse.
Y hasta ahora. Además, le ha dado tiempo a ser presidente y consejero de numerosas compañías industriales y de servicios, y de instituciones públicas y entidades privadas. Y preside el Círculo de Empresarios de Galicia. En sus palabras en una reciente conferencia expresa su amor por Vigo “aquí tengo mi familia, he criado a mis hijos, mis amigos son vigueses y viven aquí en su mayor parte; he construido más de quince mil barcos, he creado miles de empleos en 64 años de trabajo, de ellos 48 como empresario”.