Fuente: La Voz de Galicia.
El paquete de ayudas pretende evitar la deslocalización de factorías hacia terceros países.
La Comisión Europea ha autorizado este miércoles un paquete de ayudas públicas diseñado por el Gobierno español para salir en auxilio de sus empresas electrointensivas. Bruselas ha dado luz verde a la inyección de 2.900 millones de euros para compensar parcialmente la escalada de precios, recrudecida con la guerra de Ucrania, a las factorías que consumen mucha energía. Algunas de ellas como Ferroatlántica o Megasa tuvieron que anunciar la paralización temporal de la actividad para no producir a pérdidas, a causa de los precios en el mercado.
Este régimen de ayudas beneficiará a las electrointensivas que trabajan con aluminio, acero, papel, cuero, fibra de vidrio, plomo, zinc, estaño, refinamiento de petróleo o la producción de metales no ferrosos que «se enfrentan a importantes costes de electricidad y están especialmente expuestos a la competencia internacional», admite la Comisión. Permitirá a España reducir el riesgo de que estas empresas «trasladen la producción a lugares con objetivos climáticos menos ambiciosos que los de la UE», explicó la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager en un comunicado.
Bajo este esquema de ayudas se pretende reducir el riesgo de fuga de carbono, es decir, deslocalizar la producción a terceros países con políticas medioambientales menos estrictas, como señaló el Ejecutivo comunitario. Además, desde Bruselas agregan que «la ayuda concedida se limita al mínimo necesario y no tendrá efectos negativos indebidos sobre la competencia ni el comercio en la UE». Vestager aclara que ese sistema «promoverá una descarbonización rentable de la economía, en línea con los objetivos del Pacto Verde y que protege la competencia en el mercado único».
Las medidas propuestas por España, y ahora aprobadas por el Ejecutivo comunitario, cubrirán una parte del aumento de los precios de la electricidad causados por el encarecimiento de los derechos de emisión de CO2, que impactan en los costes de generación. El paraguas de las ayudas se extenderán a esos sobrecostes en los que incurran las empresas entre el 2021 y el 2031.
Un reembolso parcial de costes de emisiones.
La compensación se otorgará a las empresas elegibles mediante un reembolso parcial de los costes indirectos de emisión asumidos el año anterior en el marco del sistema de comercio europeo de emisiones ETS y al que se añadirá un pago final que se realizará en el 2031.
El sistema europeo de comercio de derechos de emisión (ETS), que negocian los ministros de Energía de los Veintisiete, cubre a unas 11.000 plantas industriales de consumo energético intensivo y consiste en un mercado donde se gravan las emisiones de CO2 de las empresas afectadas, lo que encarece el precio de la energía como incentivo para optar por tecnologías que liberen menos gases de efecto invernadero. Por lo que el montante máximo de la ayuda será igual al 75 % de los costes de las emisiones indirectas en que se haya incurrido, aunque en algunos casos, podrá ser más elevado. Además, las empresas que quieran optar a estas ayudas tendrán que seguir determinadas recomendaciones de auditoría energética y tendrán que cubrir al menos el 30 % de su consumo de electricidad con fuentes sin emisiones de carbono (a través de instalaciones de generación de energía renovable in situ o con acuerdos de compra de energía sin emisiones de carbono) o invertir al menos el 50 % del importe de la ayuda en proyectos que aporten «reducciones sustanciales» de las emisiones, aclara la Comisión.
Ferroatlántica para los hornos en Galicia por los desorbitados precios de la electricidad.
Ferroatlántica ha decidido parar los tres hornos de su fábrica gallega del concello coruñés de Arteixo ante los precios desorbitados de la electricidad. La compañía sigue así la estela de Megasa, en Narón.
Francisco Blanco, miembro del comité de empresa de Ferroatlántica, avanzó que la parada será, en principio, durante dos días. La dirección decidirá el viernes si la mantiene o no, a la espera de que el Gobierno adopte medidas urgentes para socorrer a la gran industria consumidora de electricidad. La fábrica gallega mantenía activos los tres hornos, pero había reducido la producción para operar solamente en las horas del día con la electricidad más barata, «pero ahora son todas caras», resaltó Blanco.