Fuente: Faro de Vigo.
El desguace y achatarramiento de los cascos en cuestión resulta imprescindible para el buen fin de la UPA [proceso de venta de la unidad productiva], tanto porque las ofertas presentadas para su adquisición requieren la retirada de tales cascos antes de que se materialice la venta, como porque si no se llegara a materializar esta y, como es notorio, se abriera el proceso de liquidación, también habría que desguazar y achatarrar tales cascos”.
Es una frase literal de la administración concursal de Hijos de J. Barreras, Tahice Legal, y es a lo que acaba de recurrir el astillero para reclamar la pronta retirada de las 2.500 toneladas de aceros que permanecen en sus instalaciones. Bloques que fueron concebidos para la construcción de dos cruceros para la naviera Havila Kyustruten, y que quedaron paralizados en julio de 2019.
En un escrito remitido al Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, la compañía noruega ha clarificado su postura a este respecto: no pondrá impedimentos a la retirada de todos los materiales. Esos aceros tienen la categoría, para Havila, de activo subyacente colateral, dado que están gravados con créditos refaccionarios. La naviera accede, con pocas condiciones.
“Esta parte –apunta en su comunicación al juzgado– no se opone al procedimiento de desguace y achatarramiento de los buques con el fin de facilitar el procedimiento de venta de unidad productiva”. Eso sí, reclama que se ciertos trámites. Primero, que se realice una tasación “por parte de una entidad especializada, en aras de garantizar que las ofertas respondan en mayor o menor medida al valor de mercado actual de los cascos”.
La última tasación fue elaborada por la consultora Allswater, y otorgó a los materiales un valor de algo menos de 150.000 euros. Pero el precio del acero para chatarra se ha elevado de forma considerable, y ronda ahora los 0,5 euros el kilo. De este modo, el valor podría superar a día de hoy el millón de euros. En segunda instancia, Havila solicita la “presentación de ofertas por parte de empresas de tratamientos de residuos metálicos descontando el valor de realización de las tareas de desguace y achatarramiento”.
Por último, la “selección de la mejor oferta y depósito del precio ofrecido en una cuenta intervenida por la Administración Concursal y de carácter indisponible hasta que (i) se dicte resolución en cualquiera de los procedimientos judiciales en curso en Londres […] o se alcance un acuerdo extrajudicial al efecto entre Hijos de J. Barreras y Havila”. La naviera nórdica reclama al astillero la devolución de 37 millones de euros que adelantó para la construcción de los cruceros, y 20 millones adicionales como compensación por la no entrega de los mismos.