FABIÁN VALERO MOLDES, SOCIO DIRECTOR DE “ZERES ABOGADOS”.
Fuente: Atlantico.net.
El abogado laboralista vigués Fabián Valero, socio director del despacho Zeres, analiza para “Atlántico” las claves de la reforma laboral a la que acaba de dar luz verde el Congreso.
¿Cuáles son los principales cambios de la reforma laboral?
El cambio principal se encuentra en el nuevo sistema de contratación, desaparece el tradicional contrato por obra. Hay un periodo de adaptación hasta el 31 de marzo y a partir de entonces el sistema laboral va a funcionar básicamente con dos contratos, los temporales por circunstancias de la producción y el contrato fijo discontinuo, que es la gran apuesta del Gobierno. El otro gran meollo está en la subcontratación que persigue básicamente que las empresas multiservicios no apliquen condiciones de trabajo muy devaluadas de forma que hagan una competencia desleal. Así que a partir de ahora todas las empresas tendrán que aplicar como mínimo las tablas salariales del convenio del sector.
¿Hay algún punto caliente en la normativa que pueda llevar a conflictividad?
Creo que va a haber dos puntos calientes. La contratación temporal va a ser un punto de inflexión, ahora es un mundo nuevo y el periodo de adaptación va a ser complicado sobre todo para las empresas y las asesorías a la hora de saber qué tipo de modalidad de contratación van a poder aplicar según las necesidades que tengan. Ese va a ser el principal problema de inicio. Donde puede haber conflictividad puede ser en la aplicación del convenio que va a corresponder a cada ámbito y ahí puede haber bastante litigiosidad.
¿Cree que se conseguirá reducir la eventualidad?
Creo que se va a conseguir por dos vías. Limitando la duración de los contratos temporales a través del nuevo mecanismo y también con los contratos en prácticas y de formación en los que se reduce la duración. También se atajará la temporalidad por la vía de priorizar el contrato fijo discontinuo y hay que tener en cuenta que va a haber sanciones mucho mayores en caso de fraude.
¿De cuánto serán las sanciones?
Hasta ahora si una empresa contrataba en fraude de ley tenía una sanción desde 750 a 7.500 euros y ahora se pasa a una de entre 1.000 de mínimo y 10.000 de máximo por cada trabajador contratado en fraude. Si una empresa tiene un gran volumen de contratación temporal y sigue apostando por ella, las multas a las que se puede enfrentar ante Inspección de Trabajo son muy elevadas. Entiendo que se va a apostar más por el contrato fijo discontinuo o por el contrato indefinido ordinario para reducir la eventualidad.
¿Están recibiendo muchas consultas?
Sí, sobre todo por parte de empresas y asesorías porque no saben cómo integrar en su flujo de producción las nuevas modalidades de contratación.
¿Qué pasa con los contratos formalizados antes de la entrada en vigor de la reforma?
Seguirán aplicando la normativa anterior hasta la fecha de su extinción máxima. En el caso de contratos entre el 31 de diciembre de 2021, fecha de entrada en vigor de la reforma, y el 31 de marzo de 2022 se seguirán aplicando las modalidades anteriores, pero la duración máxima ya será de seis meses. Si hago ahora un contrato por obra no podrá durar más de seis meses.
¿Qué le parece la reforma?
Me parece moderada teniendo en cuenta que de inicio se hablaba de un texto mucho más duro. España tiene un problema de temporalidad, duplica la media de la Unión Europea que está en el 13%. Considero que es positivo reducir la temporalidad para armonizarnos con Europa. En cuanto a la preferencia aplicativa del convenio de empresa es cierto que estaba suscitando muchos problemas de dumping salarial entre empresas de multiservicios y empresas tradicionales, con lo cual tampoco veo mal que se ataje este problema. Es un texto bastante equilibrado que responde a puntos quirúrgicos. No se modifica sustancialmente el sistema de relaciones laborales pero con un retoque en algunos puntos que eran necesarios para acceder al paquete de ayudas europeas como reducir la temporalidad laboral.
La pandemia visibilizó el uso de los ERTE. ¿Hay cambios en esta materia?
Mantiene el sistema de ERTES heredado de la pandemia que es mucho más ágil que el que teníamos e incluso se agiliza un poco más con la reducción de los plazos en cuanto a la tramitación. Se crea una mecanismo nuevo que de momento no se va a aplicar porque está vinculado a la existencia de una coyuntura macroeconómica grave o bien que haya necesidad de un ERTE sectorial.
La prórroga de los ERTE finaliza este mes. ¿Esperan otra?
Si quedan los ERTES será un mecanismo mucho más acotado para casos muy determinados, se van a empezar a amortiguar mucho más las posibilidades de ERTE sobre todo por fuerza mayor.
¿Se convertirán en ERES (despidos)?
Sí que los habrá, pero en una dimensión mucho más reducida de lo que se esperaba y no tanto vinculados a la pandemia sino al hecho de que estamos asistiendo a un cambio de ciclo, a una nueva economía diferente y va a ser necesario adaptar el empleo.
¿Cómo encajaron las empresas el teletrabajo?
En nuestro despacho llevamos dos años con teletrabajo, ya forma parte de nuertra vida. Nos han llegado muchas consultas de empresas acerca de este método. Lo que apreciamos es que cuesta dar el salto para hacerlo bien. Se intenta mantener el teletrabajo pero de modo informal y no formalizarlo como establece la ley.
¿Por qué?
Por el miedo al cambio. En España tenemos la mala costumbre de hacer las cosas a nuestra manera y luego llegan los disgustos.