Fuente: Faro de Vigo.
La próxima compra de la naviera Sea Cloud Cruises coincide con una nueva parálisis de los trabajos y con retrasos en los pagos en Astander | En juego hay un riesgo de 400 millones.
Metalships & Docks construyó el crucero a vela Sea Cloud Spirit, el segundo mayor del mundo de su categoría, sobre el casco de un proyecto que había fracasado en la desaparecida Factoría Naval de Marín. El astillero que preside Manuel Rodríguez le encontró comprador en 2018, y a la misma armadora que había encargado el proyecto inicial, la alemana Sea Cloud Cruises.
El importe del contrato ascendió a 51 millones de euros, con financiación de Abanca, Bankia, Sabadell y el ICO. La operación se estructuró como un project finance, “en el que la sociedad propietaria del yate figura como deudora del crédito, que deberá amortizarse con los ingresos que se obtengan de la explotación del velero”. El entrecomillado es de la entidad semipública Cesce –la mayoría del capital es del Estado–, que respaldó el contrato. Actuó de idéntica forma que con la construcción del crucero de lujo Evrima, en Hijos de J. Barreras.
Pero hay una diferencia notable: el Sea Cloud Spirit ya está funcionando (y la naviera, devolviendo los créditos), un hito que ni se atisba con el otro buque.
Es más, la demora en la construcción y el hecho de que la dueña del Evrima –es de una red de fondos gestionada por Oaktree y que usa The Ritz-Carlton Yacht Collection como marca comercial– vaya a comprar la armadora Sea Cloud Cruises han avivado todas las alarmas en el sector. Fuentes próximas a la Administración, financieras y de la industria auxiliar consultadas por FARO temen que Ritz, con Douglas Prothero al frente, abandonen la ejecución del crucero “ante su incapacidad manifiesta para terminarlo”.
La adquisición de Sea Cloud le aportará tres barcos de lujo en funcionamiento, mismo objetivo que Prothero tenía a su llegada a Vigo, en la primavera de 2017. Si se cumplen estos presagios, y dado que la financiación se blindó a cuenta del Estado, Cesce asumiría la propiedad de un barco sobre el que las mismas fuentes predicen que necesitará un año más de obras para estar terminado.
El pago
Dado que se financió como ese project finance, se fijó que la devolución de los créditos arrancase en paralelo a la entrada en servicio del Evrima, con 12 años para completar los pagos. En principio, el crucero de ultralujo iba a navegar con sus primeros huéspedes en febrero de 2020, pero nunca existió esa opción por las continuas modificaciones en los planos, los sobrecostes en los que incurrió y, en parte, por el COVID. Cuando Cesce había blindado al comienzo este proyecto, Ritz-Carlton recibió créditos de un conjunto de bancos por importe de 195 millones de euros, con lo que la devolución en doce años era un objetivo más que razonable.
Pero ahora las cuentas están disparadas; Sea Cloud ha de repagar esos 51 millones mencionados antes, tal y como había programado, pero la naviera de Prothero tendrá que amortizar el doble de lo que había estimado al principio. ¿En esos mismos doce años? En principio, sí. La operación está vigente hasta abril de 2031, como consta en la documentación de Aris Rosen, la sociedad de CaixaBank que articuló el sistema de bonificación tax lease. “Lo lógico es que exista una cláusula que establezca un tope de años para que tengan que devolver el dinero”, constatan fuentes conocedoras de este tipo de operaciones. En resumen, el riesgo que afronta Cesce –y el Estado, por extensión–, supera los 400 millones de euros. FARO ha tratado de recabar la opinión de este organismo de forma reiterada, sin éxito.
El hecho es que, como ratifican las empresas auxiliares que todavía permanecen vinculadas a la construcción del Evrima en Santander, los trabajos están prácticamente paralizados. Los trabajos gestionados a través del astillero Astander han cesado. Y no solo eso, sino que algunas de ellas acumulan retrasos en los cobros. Esto no ha impedido a Douglas Prothero que, a través de una marca comercial denominada The Yacht Portfolio –no existe ninguna empresa en Malta con esa denominación–, esté a punto de cerrar la compra de una naviera con sus tres cruceros de lujo. Las negociaciones entre ambas partes arrancaron hace meses, cuando Ritz-Carlton había decidido llevar Barreras a la liquidación. La página web de Yacht Portfolio, registrada desde Arizona (Estados Unidos), se puso en marcha a finales de mayo de 2021. Días después Prothero cesó como presidente de Barreras y Oaktree contrató a una consultora para quebrar el astillero de forma ordenada, dejando tras de sí deudas y reclamaciones por más de 100 millones de euros.