Fuente: Faro de Vigo.
Hijos de J. Barreras inició la construcción de cuatro buques en los últimos siete años, pero solo remató uno. Fue el flotel (o unidad habitacional flotante) REFORMA PEMEX, cuya armadora, la compañía estatal mexicana Pemex, era accionista mayoritaria del astillero. Un quinto barco, que entró en vigor en octubre de 2018, nunca se empezó. Así que las instalaciones disponibles, que convierten a la compañía en la de mayor envergadura del naval privado en España, han estado más que por debajo de su capacidad.
Barreras cuenta con dos concesiones de la Autoridad Portuaria de Vigo, que suman 64.615 metros cuadrados, y una superficie adicional privada –entre Beiramar y la calle Tomás Alonso– de otros 22.400. Este, el de los espacios, es el gran atractivo de Barreras; su propietario final, el fondo norteamericano Oaktree a través de una red de sociedades que rematan en Islas Caimán–, busca un comprador que le permita dar carpetazo a su aventura industrial en Vigo. Casi 90.000 metros cuadrados que buscan actividad. Y uno de los principales astilleros del país tiene carga de trabajo pero necesita sitio, y ha visto en la salida de Oaktree una oportunidad de futuro. Se trata de Astilleros Gondán (Puerto de Figueras, Castropol), que ayer formuló una oferta de compra por Hijos de J. Barreras, según pudo contrastar FARO.
La compañía que dirige Álvaro Platero, Con falta de espacio en Castropol, lidera el mercado en España de buques de apoyo a torres eólicas “offshore”, tuvo que renunciar a dos barcos, cedidos a Balenciaga, por falta de espacios, entregó su propuesta de mañana el último día en el que la consultora contratada para ejecutar el proceso, Kroll, tenía abierta la ventanilla para los interesados. En esta nómina figura, como avanzó este periódico, otra empresa de capital asturiano, Armón, que cuenta en Vigo con uno de sus pulmones de actividad. Sus instalaciones de Beiramar, con cerca de 17.000 metros cuadrados de concesión, se han especializado en buques pesqueros y oceanográficos. También se había dirigido a Kroll la firma Marina Meridional, división naval de Grupo Argos (del veterano José Alberto Barreras, dueño de la desaparecida Vulcano), aunque no ha trascendido si finalmente lo registró de manera formal. Desde el entorno de Barreras no han aclarado cuántas han recibido, aunque la pasada semana aseguraban contar con nueve sociedades “interesadas” en la transacción.
El proceso entra ahora en la segunda fase, previa a las auditorías finales
Entre las posibilidades barajadas por Oaktree figuraban tanto la venta de la sociedad en su conjunto –compraventa accionarial– como de parte de los activos. Los sanos, eso sí, toda vez que sobre Hijos de J. Barreras S.A penden múltiples frentes judiciales. El más cuantioso asciende a 57 millones de euros y se dirimirá el próximo verano en un tribunal londinense. La armadora noruega Havila Kystruten encargó al astillero la construcción de dos cruceros para realizar las rutas Bergen-Kirkenes, pero los trabajos en las gradas se suspendieron en julio de 2019 y no volvieron a retomarse. Havila, además del dinero entregado a Barreras para el proyecto (37 millones), reclama 10 millones por buque, que tuvo que contratar después en Tersan (Yalova, Turquía). También están los 28 millones adelantados por Naviera Armas para un ferri que nunca arrancó, amén de la cascada de demandas por facturas impagadas de proveedores. Ninguna de ellas pudo derivar en una demanda de concurso necesario porque el Gobierno extendió, a causa del COVID, una protección anticoncursos hasta el 31 de diciembre.
De prosperar la opción de Gondán –o la de Armón, así como otro astillero que solo opte a la unidad productiva–, el juzgado de lo Mercantil podría aprobar la primera operación de prepack concursal de Galicia. Es una figura nueva en España –apenas se ha utilizado en juzgados de Barcelona–, pero viene amparada por una directiva comunitaria, y permite acelerar un proceso de liquidación con la venta de una unidad productiva para evitar un mayor deterioro de su valor. Permite delimitar qué se entiende por unidad productiva, de hecho. Por ejemplo, separando la concesión, maquinaria y terrenos privados de Barreras, dejando los pasivos contingentes de Havila, Armas fuera y demás del proceso. Se crearía una especie de banco malo del astillero. Sea cual sea la opción elegida, la Autoridad Portuaria de Vigo debe validar también la transacción.